El personal que trabaja con mujeres víctimas de violencia se enfrenta con situaciones emocionales difíciles que hacen de gran importancia el que se revisen aspectos específicos sobre el tipo de trabajo y las secuelas que puede dejar en los prestadores de servicios. Si bien no todos sufren de los efectos negativos inherentes al trabajo, se ha comprobado que muchas personas se ponen barreras emocionales lo que afecta su vida cotidiana, su salud y su desempeño laboral.
Por lo anterior es fundamental que las y los profesionales que atienden a víctimas de violencia cuentas con las condiciones necesarias para enfrentar de manera adecuada las situaciones que se les plantean. El presente modelo explica las implicaciones físicas y emocionales del trabajo con víctimas de la violencia, da un enfoque teórico y plantea tanto nociones básicas del autocuidado, como técnicas concretas de contención emocional.
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